Biografía de Isidoro Suárez

Militar Argentino. Guerrero de la Independencia. Héroe de Junín. Nació  en Buenos Aires el 2 de enero de 1799, del matrimonio de Dn. Nicolás Suárez Pérez y Dña. María Leonor Merlo Rubio, en el antiguo Bar y Restaurante" Los Catalanes" situado en calles San Martín y Cangallo (hoy J.D Perón) en lo que hoy es el pleno microcentro de la ciudad autónoma. En el año 1814 sentó plaza de Cadete en el Regimiento de Granaderos a Caballo y, al siguiente ascendió por mérito propio, a portaestandarte (el que llevaba el banderín-estandarte y vanguardia), y pasó a Mendoza para i ncorporarse al Ejército de los Andes, que estaba en formación. Mientras ésto ocurría ,Suárez fue designado para cumplir para cumplir diversas comisiones en varios destacamentos en la cordillera, como ser fue él quien avistó a los realistas antes del desastre de Cancha Rayada y con furiosa carga arremetió contra los españoles esa madrugada cuando todos estaban entregados al descanso. Si no hubiera sido por él más de un pelotón hubiera pasado a deguello. Igualmente fue injuriado porque no consultó órdenes ante la desesperación del ataque iberino, y gracias a su destreza y brillante inteligencia logró luchar a sable y cuchillo, mientras la tropa patriota se levantaba y ocupaba puestos de combate, en una palabra hizo una heroicidad sín nombre porque arremetió al crudo y numeroso invasor con lo poco que tenía a sus manos sín perder de vista las instrucciones del General San Martín:"A nuestros granaderos podrán igualarlos pero jamás superarlos".A fines de 1816 fue ascendido al grado de Alférez de Caballería. Abierta la campaña sobre Chile, atravesó los Andes luchando con el soroche y el paludismo que diezmaba a la tropa joven e inexperta. Se batió denodadamente en la Batallas de Chacabuco (1817), y Maipú. Después de éstas acciones  se le comisionó para perseguir al Presidente Marcó del Pont, al que aprisionó , días más tarde tomando por asalto al bergantín español "Aguila" en el Pacífico, hazaña que le valió su ascenso al grado de Teniente. En 1818 se encontró en la sorpresa de Cancha Rayada, en la batalla de Maipú mencionada, campaña de Bío Bío y Chillán, para marchar luego en 1820 como Capitán en la Expedición al Perú que partió desdeValparaíso con el Gral. San Martín, país inca en que habría de conquistar nuevos laureles, entre ellos combates de Torata y Moquegua donde seguía Suárez con la fiereza de siempre disputándose palmas de valor con Juan Lavalle, Vicente Suárez, Hilarión Cabrera y Ramón Deheza todos ellos del batallón ll de Cazadores, entre otros. Al desembarcar en Pisco, se le encomendó  por su presteza, la conducción de unos pliegos para el Virrey Joaquín de la Pezuela, al que entrevistó Suárez en su Palacio de Lima con su especial verba y energía , donde fue colmado de atenciones, según lo establece en la Memoria que dejó escrita sobre su actuación militar. Hizo después la penosa campaña de Pasco, pasando a sitiar las fortalezas del Callao hasta su capitulación. Promovido al grado de Mayor formó el Escuadrón de Húsares de Trujillo, y vuelto a Lima, prestó servicios con el General Guillermo Miller, e intervino en la Campaña del Sur. En 1824 estuvo a las órdenes del General Simón Bolívar, combatiendo en la célebre Batalla de Junín, el 6 de Agosto de ese año, acción en la que fue el héroe de la jornada, pues esa victoria se debió exclusivamente a su extraordinario comportamiento al frente de su regimiento de caballería que desde entonces fue denominado" Húsares de Junín". Allí le salvó la vida al Coronel Olavarría y al General Necochea, quienes habian sido destrozados a sablazos y con colgajos de brazos en ambos casos, conducta fraterna y de camaradería que nunca pudieron borrarle, al haber arriesgado su propia vida entre medio del fragor de la lucha como en el caso de uno de ellos que ya había sido tomado prisionero  y el valiente Suárez rescató heroicamente, para continuar en refriega. En esta batalla donde no hubo tiros sino simplemente sable y bayoneta cuchillo que duró alrededor de una hora aproximadamente a 4.000 mts. de altura sobre el nivel del mar, le cupo el honor de ser el reversor, convirtiendo una derrota consumada en victoria gracias a su hidalga destreza e inteligencia cuando cargó al grito de deguello a los crudos íberos realistas invasores causándole alrededor de 400 bajas y 200 prisioneros, cuando ya había dado cara al enemigo. También actúo heroicamente en la batalla de Ayacucho (que dio entera libertad a Sudamérica) y, despues de dos años de permanencia en el Perú acusado de conspirar contra Bolívar, hecho que no se comprobó nunca, fue desterrado a Chile, de donde pasó a Buenos Aires en 1827. El Presidente Bernardino Rivadavia le confió el mando del Regimiento nro. 17 de Lanceros, con el que puso sito a la Colonia y marchó luego a Rio Grande. Estuvo en la batalla de Ituizaingó . Terminada la guerra contra el imperio del Brasil regresó a Buenos Aires y actuando en las filas del Partido Unitario, derrotó a los federales en la batalla de "Las Palmitas" cerca de Dolores, demostrando una vez más su entusiasmo y sumo valor. Fue felicitado por el gobierno de Brown y Paz con sendo decreto gubernamental por su arrojo y audacia militar. En 1830 emigró al Estado Oriental, y al año siguiente  tomó parte en la reacción intentada contra el tirano Rosas. Desde entonces se estableció en Mercedes, para dedicarse a la vigilancia de su quinta . Allí permaneció con su esposa dña. Jacinta Martínez Haedo, sobrina del General Miguel Estanislao Soler, donde nacieron sus cinco hijos, Leonor (1837), Irene Francisca (1835), Ercilia Jacinta (1838), Máximo Héctor (1839), y Niceto César (184l). Hijo dilecto de la victoria el Coronel Suárez fue un hombre íntegro, honrado a carta cabal , a tal punto que un día desparramó sus sueldos atrasados al General Bolívar en persona y casi en su propia cara, diciéndole que él no lo necesitaba:"y que quería retirarse solamente con las heridas en su cuerpo, que llevaba como muestra de la lucha por la Independencia".Venido de Mercedes a Montevideo haciéndole trámites a las hijas de su amigo inseparable el Coronel Olavarría, en el Estado Mayor del Ejército Uruguayo para lograrles la pensión de su padre muerto, el día de su cumpleaños, halló su muerte súbita después de haber trasuntado el arco militar auscultado por dos soldados uruguayos, el día 13 de febrero de 1846. Sus cenizas fueron repatriadas el 30 de septiembre de 1879, junto con las de su amigo entrañable, el Coronel José de Olavarría. En las solemnes exequias que se realizaron en la Recoleta hizo uso de la palabra el Presidente de la República Dr. Nicolás Avellaneda, el cual al referirse  al comportamiento de Suárez en la batalla de Junín dijo:" La batalla se encuentra perdida. El General Necochea ha recibido siete heridas mortales. Olavarría cae prisionero. El General Miller retrocede, cuando de pronto se presenta sobre la retaguardia del enemigo el Comandante Suárez con sus húsarez. Es como la aparición de Dessaix en Marengo. Suárez cambia con su presencia la fortuna de la jornada memorable y la derrota es convertida en victoria". Los periódicos se asociaron al homenaje, entre ellos "La Tribuna", que publicó la biografía que sobre él escribiera el Dr. Luis L.Domínguez. Este distinguido Jefe es una de las figuras más simpáticas y notables  de nuestra gloriosa Historia Militar. En 1904, en el pueblo de su nombre, se le ha erigido un monumento de busto completo. Don José Juan Biedma publicó su esbozo biográfico, y la memoria de sus servicios en la Guerra de la Independencia, en su libro titulado "Suárez y Olavarría". El Dr. Joaquín Olmedo lo recuerda en sus "Odas a Junín"(1829),  El General Gerónimo Espejo lo trae anotado en sus escritos de Expedición al Alto Perú, El Dr. Isidoro Ruíz Moreno en sus Campañas Militares Argentinas ,tomos l, ll y lll, el escritor Jorge Luis Isidoro Borges le brinda homenaje a su bisabuelo entre otros, en su libro primero "Fervor de Buenos Aires",también el poeta contemporáneo Suárez Villagra de Figueroa le recuerda apoteóticamente en su libro:"Epicas"l Próceres de la Patria"-2007-Editorial Dunken